El pez salió por la ventana intentando alcanzar una nube . Sos colores naranjas constrastaban perfectamente con el celeste del cielo. Se sintió libre. Lleno de esperanza y ganas de andar en bicicleta. Pero pobre, ni piernas tenía, a si que se tuvo que conformar con hacer volar su imaginación.
El aire le rosaba las aletas, él empezó a moverlas para intentar planear. Cerró los ojos y empezó a soñar despierto con su nueva vida. Iba a ser el primer pez volador de ventanas. Estaba tan emocionado, tan exaltado. Hací planes para su futuro, trabajar en un circo, o en Las Vegas. Todo sería perfecto.
Plaaaaaf. Un choque contra el suelo.
Puré de pescadito
